Hoy tenía pescado para comer y ya veía yo que me iba a tirar
dos horas para que Diego se lo comiera todo. Así que le preparé algo especial.
El pescado, emperador a la plancha, era una gran roca de
lava solidificada. El puré de patatas sería el volcán y con unas pocas zanahorias cocidas simulé el río de lava cayendo por el volcán.
Diego se quedó estupefacto:
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Ualaa!! Mamá, hay un volcán en mi plato!
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Claro hijo. Y tu misión es ayudar al pueblo
contra la lava. Tienes que comértelo todo ¿vale?
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Diego comenzó poco a poco a comer y al cabo de
un rato ya no había ni rastro del volcán.
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¡Muy bien hijo, eres un campeón!
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Claro mamá, y ahora debería comerme un GRAN helado para apagar toda la lava caliente que me he comido.
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No hijo. De postre hay manzana.
jajaja, a ver que se le ocurre la madre para que se coma la manzana:)
ResponderEliminarMuy buena idea lo de la comida, creo que es un truco muy bueno que podemos aplicar a nuestros peques cuando empiezan a ser selectivos con las comidas y a no apetecerles ciertos platos.
Me lo apunto por si tengo que ponerlo en práctica :)
¡Muchas gracias! Supongo que hay que animarles con algo que les guste para que cedan :)
EliminarEspero que sirva!
JAjajaj, menudo chasco!! ME ha gustado la idea de hacer el plato divertido, pero aunque a mis hijas les encanta la manzana, la opción del helado es muy buena para apagar esa lava :P
ResponderEliminar¡Muchas gracias! Me alegra que te guste la idea. El chico era listo, donde esté un buen helado... jejeje!
EliminarQue presentación más chula de plato. Me lo apunto porque mi peque tampoco come muy bien.
ResponderEliminarFeliz semana.
¡Muchas gracias! Ya me dirás si te sirve la idea :)
EliminarFeliz semana!